martes, 9 de marzo de 2010

¡Se me quedó la cámara!

Publicado por Juan Manuel Wills
Entrada No. 29 Año 3



Terneuzen, es famosa por ser la cuna del holandés errante, personaje que según la leyenda, fue condenado a navegar eternamente los mares por haber insultado a Dios, y que ha sido conocido universalmente por la ópera del mismo nombre de Wagner. En esta pequeña ciudad de veinte mil habitantes, localizada al suroeste del país de los molinos de viento e importante puerto sobre la ribera del río Schelde, terminamos nuestra última etapa de un buen viaje de vacaciones.


Allí queda ubicada la planta mas importante de la Dow Chemical, empresa donde Rudi, compañero de toda una vida desde que nos vimos por primera vez en el Andino, se desempeña como uno de sus grandes “científicos genios” ¿Qué otra afirmación podríamos hacer, de un colombiano, a pesar de su nombre, que ha logrado patentar catorce inventos asociados con la industria de plásticos a lo largo de su carrera y gracias a los cuales, este generoso empleador, le ha entregado sendas monedas de plata de un dólar?

Por esta razón, la de vivir los Salmang en dicho pueblo, decidimos visitarlos como parte del propósito de mantener, alimentar y disfrutar una amistad de toda una vida que por descuido, por primacía de las cosas banales del día a día o por la lejanía se podría empezar a diluir.

Recorrimos los pueblos cercanos, pintorescos y demasiado calmados para un habitante de ciudad desordenada y caótica, como el que escribe; degustamos los famosos quesos y su excelente cocina de mar: mejillones y sopas (bouillabaise) con marcada influencia de la belga, según opinión de muchos la mejor del mundo; posamos para la foto al lado de sus casas ancestrales y de alguno de los numerosos molinos, preciosos e impactantes, inutilizados hoy pero testigos de una época de lucha de este pueblo por ganarle terreno al mar y aprovechar al máximo su energía (también conocimos la tragedia vivida en las inundaciones del año cincuenta y tres cuando el gran océano trató de recuperar lo que le habían quitado); observamos la eficiencia y excepcional aprovechamiento de su sistema agrícola y finalizamos comprobando el placer (que por razones de falta de práctica no lo fue para algunos en el grupo. Probablemente, si me atrevo, sea tema de un artículo posterior) de recorrer en bicicleta, el vehículo por excelencia de este avanzado pueblo, una pequeña porción de su sistema de ciclorutas.

Al atardecer volvemos temprano al apartamento para preparar el regreso, reposar y dormir adecuadamente antes del largo viaje que nos esperaba al día siguiente con destino a Berlín para de ahí, en el subsecuente amanecer, continuar rumbo a Bogotá.

Finalizamos con una agradable velada, revisamos fotos de viejos tiempos, recibimos encomiendas y recomendaciones, recordamos chistes y anécdotas muchas veces contadas, hicimos el último brindis y obedecimos sus órdenes de retirarnos a hora temprana a la habitación.

Nos levantamos a las seis sin problemas; un poco antes de las siete, luego de un sustancioso desayuno esperábamos a Tony, el chofer de confianza que nos llevaría por una moderna autopista a la estación de trenes Sint Pieters en Ghent, preciosa ciudad belga, cuna del emperador romano Carlos V ( y I de España), reconocida por su arquitectura antigua, los canales y el arte desplegado en sus múltiples iglesias del cual se destaca en particular el muy reconocido tríptico de la adoración del cordero místico de los hermanos Van Eyck, que bien paga la visita. Teníamos la expectativa de cubrir los treinta y ocho kilómetros que separan a las dos ciudades en un tiempo razonable de cuarenta minutos y así poder tomar cómodamente el expreso que salía a las siete y cincuenta y ocho.

Nos tomamos la foto final, la del recuerdo, y partimos alegremente a la hora programada. Raúl, nuestro estricto y puntual guía, sonrió al ver que el itinerario se iniciaba con precisión, planteó una ligera conversación y compartió el recorrido esperado de las próximas horas. Unos pocos minutos después, diez quizás, un angustiado grito: “¡se me quedó la cámara!” se escuchó de Patricia y la tranquilidad se transformó en angustia y silencio. Los Serna callaron, Patricia palideció y yo, sin mirar a nadie, decidí tomar la iniciativa de indicarle a nuestro Tony que regresara al punto de origen para rescatar tan precioso elemento que contenía las memorias visuales de muchos días de recorrido. Como en las películas de espías, llamamos desde el carro a Rudi, nos esperó en la portería, sin bajarnos la recuperamos y reiniciamos el trayecto. Esta decisión implicó un retraso de veinte minutos y botar al cesto de la basura el colchón de minutos de reserva originalmente programado. Nos hizo coincidir también, para desgracia nuestra, con la hora pico de entrada a las oficinas. Mientras avanzábamos por territorio holandés (desafortunadamente solo trece kilómetros) el trafico fluyó sin interrupción y la esperanza de alcanzar nuestro destino mejoraba con los minutos. Solo se oía el zumbido de los moscos y la estación radial de alerta que diligentemente el chofer escuchaba para poder enfrentar con suficiente información cualquier potencial demora que se presentara. Nuestros compañeros, exteriorizaban su preocupación con su silencio...estado que se mantuvo durante buena parte del día.

Al cruzar la frontera y entrar al país belga, no solo el pavimento empezó a mostrar baches, inexistentes en el lado holandés, sino que el tráfico cambió de un comportamiento del primer mundo a uno del tercero. “Es que los belgas, son indisciplinados, perezosos, desordenados, descuidados e incomprensibles” nos habían comentado nuestros anfitriones unos días antes, afirmación que comprobamos sin mayor esfuerzo. Un trancón en la Autopista del Norte en Bogotá es cosa de niños comparado con lo que vivíamos (o tal vez así lo percibíamos por la presión del tiempo). Infinidad de autobuses ocupaban la vía y cuando alguno de estos paraba, por obligación, todo el mundo se detenía. La ley local no permite sobrepasarlos mientras recogen o dejan sus pasajeros. Lo hacían con frecuencia desesperante y una vez restaurado el flujo, el semáforo siguiente cambiaba de luz para una adicional angustia. No son inteligentes ni mucho menos automáticos.

El chofer pone todo de su parte pero los conductores belgas, manejan muy despacio, sin afanes y el tráfico se va acumulando, particularmente en los cruces. Atento al reporte radial, del cual no entendemos nada, decide tomar una vía alterna a la estación, por entre la ciudad. Cual taxista de metrópoli, trata de hacerlo rápido. El caos generado por los buses, las bicicletas que tienen prioridad y se cruzan por todos lados y los vivos que se le quieren adelantar, lo distrae; en una parada súbita no alcanza a frenar y golpea un elegante Mercedes. La niña joven, que va para el trabajo, revisa las consecuencias del toque, insignificantes según mi opinión; sinembargo observan mutuamente lo sucedido llevándose las manos a la cabeza, diligencian una larga forma, seguramente de la compañía de seguros, la firman y se despiden civilizadamente ( pero han pasado 15 minutos eternos que parecen horas). En la siguiente esquina quiero imaginarme que se verá la estación pero no es cierto y repetidamente ocurre tal percepción en algunas mas. Finalmente arribamos a las 8:14, el tren salía a las 7:58. ¡Lo perdimos! Tenemos una última esperanza: el de las 8:24 que nos permitirá alcanzar la conexión en la estación de Bruselas y no complicar de manera kafkiana nuestro regreso tan estrictamente planeado. Pati y los Serna salen corriendo mientras me quedo pagando lo adeudado a Tony. Del billete que le entrego no tiene cambio; Pati se arrepiente de dejarme solo y regresa, me da 6 euros que salvan la situación; pero han transcurrido seis cruciales minutos. Corremos a la pista 11; encontramos hordas de jóvenes universitarios impidiendo el acceso, decidimos forzar la entrada con nuestras maletas en la primera puerta posible; visualizamos una posibilidad, Pati sube su segundo pie y el tren arranca. ¡Lo logramos! No vemos a los Serna y menos sabemos si alcanzaron. ¿Se subirían? Además de dicha duda, es necesario saber donde debemos bajarnos. Puedo deducir con alta probabilidad pero sin completa seguridad, al ojear desprevenidamente la revista institucional, que la conexión la debemos tomar en la estación sur de Bruselas. ¿”Midi” será lo mismo que sur? Nos bajamos de primeros, Pati no quería pues insistía que debíamos ir a la estación sur y según ella, por deducción lógica de su nombre nos encontrábamos en la intermedia. No vemos a los Serna. Finalmente llegamos al riel 56 de "Bruselas Midi" y ellos unos minutos después. Enviamos un mensaje a Rudi:

“¡Lo logramos! A pesar de Tony. El trafico estaba tenaz, la Cámara se
había quedado donde los Salmang, los belgas son unas ...vas para
manejar, a Tony le gusta la aventura y se fue por los atajos, en Ghent
decidió probar su seguro y le pegó a una belga, el tren de las 7: 59
lo perdimos, el de las 8:24 lo agarramos como lo hizo Ricky y
finalmente estamos en Midi esperando el de Colonia. ¡Lo logramos!

Y una ultima recomendación: Hay que decirle a Tony que lleve vueltas porque casi me toca completarle 4 euros a punta de monedas de 10. Eso sin afanes puede ser agradable....
Mil gracias de nuevo por todas las atenciones.
Pasamos felices

Llega el tren con dos locomotoras, una se debe desprender y tomar una ruta diferente con sus correspondientes vagones; por Murphy nos íbamos a subir a la que no correspondía...otra carrerita que no es nada comparada con los afanes de la madrugada

¡Tren bala hasta Colonia y allí transbordo al ICE para Berlin......llegamos a la hora programada, cenamos en el Sony Center, Raúl recupera el habla......se acabó el paseo!


Del Lector Electrónico y del Ipad
Apple empezó su campaña de promoción de su nuevo producto, el Ipad, con un excelente comercial puesto al aire en la transmisión de los premios Oscar. Lo presenta como un computador para la persona que no está interesada en uno sino que quiere hacer las cosas que necesita que un equipo de estos haga: ver una película, contemplar las últimas fotos, jugar, leer un libro, un periódico, el correo o un informe...... y todo desde el sofá.....!

Un Pensamiento

"No es la verdad, en cuya posesión puede estar cualquier hombre (.....) sino el verdadero esfuerzo por alcanzarla lo que hace valioso al hombre."



Domingo de elecciones

Este catorce de marzo los colombianos estaremos eligiendo un nuevo Congreso; una oportunidad para recomponerlo y escoger personas que ayuden a reformarlo para bien de la institución y de Colombia. Hay varias opciones interesantes. Si no han escogido aún su candidato y viven en Bogotá, les comparto, para su análisis, la hoja de vida de Santiago Morales, casado con mi hija Silvia y también la nota que ella escribió. Se presenta por primera vez a la Cámara por Cambio Radical. (CR 104) y tiene muchos deseos de aportar y ayudar a transformar lo que no funciona.

Importante que todos participemos y podamos decir luego, que nos sentimos bien representados:

“Hola a todos!!!!!

Como muchos de ustedes ya saben, Santiago Morales, mi esposo, está aspirando a formar parte de la CAMARA de REPRESENTANTES por BOGOTA en las próximas elecciones.
Santiago, como mucha gente joven, convencido, luchador y honesto , tiene la convicción de luchar por el País.
Ha estado trabajando en varios cargos públicos y ha dejado huella. También ha estado rodeado de mucha gente, que como Él, están con la misma lucha e ideología y lo apoyan, creyendo, que como Representante a la Cámara, pueda ser un vocero transparente, donde sus programas, se vean crédulos y asequibles.
Este domingo 14 de Marzo serán las elecciones del Congreso y los invito a que voten por las propuestas de Santi. Con el voto de ustedes, se apoya una realidad de cambio.
Entrando en su página de Cambio Radical , como en la página de Semana que lo distinguió como uno de los mejores, se enterarán más de su personalidad, de sus principales propuestas, del desarrollo de la campaña desde hace más de un año y de los logros.
La página de la campaña es www.cambioradical104.com y así mismo, lo encontrarán recomendado por la revista Semana en su edición del lunes
Para votar por Santiago: Partido CAMBIO RADICAL
CAMARA DE REPRESENTANTES # 104
Como su esposa, socia y mamá de nuestros dos hijos, me siento súper orgullosa del camino que ha recorrido y piensa recorrer Santi, segura de sus propuestas, temiendo de sus dificultades que, sin duda, se le presentarán, pero también segura que con el apoyo de ustedes, (razón por la que les escribo) pondremos un granito de arena para que nuestra futura generación, tenga la esperanza de un futuro mejor.
Un abrazo,
Silvia W.”


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JMW