A Ana Karenina no le hubiera pasado

Publicado por Juan Manuel Wills
Entrada No. 27 Año 3

¡Volvimos a caer!

Cinco horas y media fue la duración de nuestro trayecto en el tren rápido, el expreso Aurora, desde Moscú hasta la ciudad creada por el gran zar Pedro el Grande en 1703 en la rivera del Neva y sobre el Golfo de Finlandia. Urbe fantástica, fundada con la intención de asimilar de manera más rápida la cultura occidental: sus artes, arquitectura barroca y neoclásica -la Venecia del norte-, palacios - el de invierno y Peterhof-, museos - el Hermitage y otros doscientos más-, costumbres y hasta el francés como idioma de la alta sociedad. Capital por mas de doscientos años del imperio, cuna de grandes escritores -Dostoievsky y Pushkin-, novelas maravillosas - Ana Karenina y Crimen y Castigo-, compositores revolucionarios - Shostakovich-, políticos, locos, gobernantes ineptos, consejeros malditos, grandes lujos en su época de gloria, semilla y origen de la revolución rusa con su gran impulsor Lenin.


Encontramos en la estación, según lo planeado, un conductor contratado por la agencia de viajes con el encargo de llevarnos al hotel. Habíamos aceptado los consejos de muchos, de no tomar un taxi en la calle, por lo costoso y para evitar el riesgo de un potencial atraco, en términos de la tarifa a cobrar. Con la tranquilidad de contar con los servicios de alguien recomendado y local en la estación, bajamos nuestras defensas, aceptamos la excesiva amabilidad de un maletero que conversaba animadamente con el, que ofreció cargar las maletas en su zorra. Supusimos que era el ayudante de camioneta (como los de flota que vemos por nuestras tierras). Los seguimos hasta el sitio de parqueo; cinco escasos minutos de trayecto a pie. Por cortesía con el “voluntario” pero sin sentirnos obligados, definimos darle una propina de doscientos rublos, que consideramos justa y adecuada dadas su simpatía y esfuerzo. Cual no sería nuestra sorpresa, cuando no solo no aceptó, sino que nos mostró una tabla de tarifas que ocultaba en su carrito, manoteaba, vociferaba en el ininteligible idioma cirílico y nos trataba de demostrar (al menos eso nos imaginábamos) que el valor autorizado (¿Por quién? ¡Nunca lo sabremos!) por este acarreo era de mil doscientos rublos o seis veces la suma entregada. Obviamente, lo consideramos según nuestro criterio, un escándalo, una explotación y un abuso inadmisible, pero sin saber como reaccionar pues no recibimos apoyo en la discusión de parte de nuestro guía. Seguramente también hacía parte del mismo cartel de explotación a los visitantes. Accedimos, de mala gana a doblarle el estipendio, o sea cuatrocientos. Esto fue una razón para que nuestro joven asaltante, un mono eslavo, de ojos azules que en Bogotá hubiera pasado sin ningún problema como socio del Country o como primo de Alfredo Michelsen Simenov (pariente lejano, hijo de Alfredo y Marina, rusa ella de la nobleza local y cuyo apellido quedó por siempre registrado en la novela épica por excelencia de Tolstoi), alzara aun mas la voz, escribiera en un papel el valor que esperaba, trajera mas apoyo de sus colegas y consecuentemente generara una atención innecesaria en la estación sobre este grupo de inocentes e ingenuos viajeros. Por fortuna, las señoras, Patricia y Aloma, decidieron apoyar a Raúl nuestro líder en la negociación; a punta de mímica e insistencia le advirtieron que no cederíamos, que se encontraban realmente sentidas y sorprendidas por su descaro y que lo mejor sería que se fuera con lo ofrecido. Finalmente, sin saber cómo, sucedió un milagro pues imaginábamos que el incidente pasaría a mayores; el regañó fue efectivo y nuestro “monito” agresivo salió desesperado con el rabo entre las piernas.

Moraleja: En Rusia, sus nativos son descarados y aprovechan cualquier oportunidad para exprimir a los que pisan por primera vez su suelo (véase la entrada veintidos de enero 16, "Moscú y el taxi"). Debemos hacer completa nuestra tarea: antes de aceptar un servicio, ya sea de restaurante, maletero, vendedor o guía se debe preguntar sin temor al interlocutor (algo a lo que no estamos muy acostumbrados por nuestra educación bogotana) preguntar el costo de lo ofrecido y negociarlo previo a su aceptación. Así, de golpe podríamos prolongar la estadía, sentirnos mas tranquilos y menos estafados. Hagámosle un gran favor a los futuros viajeros a este remoto país: ¡compartir esta nota! No los dejemos pasar por la misma frustración.

Un Pensamiento

Leo Szilárd, científico húngaro, anunció una vez a su amigo, Hans Berthe, que estaba pensando en escribir un diario:

No me propongo publicarlo. Me limitaré a registrar los hechos para que Dios se informe.

¿Tú crees que Dios no conoce los hechos?, preguntó Berthe.

Sí - dijo Szilárd - El conoce los hechos, pero no conoce esta versión de los hechos

Dos Poesías

1. Mis Amigos

Tuve un insomnio feliz

pasé la noche en vela

pensando en mis amigos

increíble tanta risa

en la memoria

Gustavo Adolfo Garcés
Medellín 1957 Colección Un Libro por Centavos No. 55 El Malpensante

2.

“… ¿Cómo es posible que todos pasan junto a ti como si no te vieran
y yo me detengo a mirarte para siempre?
¿Qué cosa ocurre en los demás que a mí me falta para olvidarte?”.

Fernando Denis
Ciénaga, 1968

Del lector electrónico

En días pasados se celebró la conferencia anual de TED, un extraordinario portal que permite disfrutar conferencias sobre diversos tópicos de interés presentadas por los grandes pensadores de estos tiempos y del cual recomiendo ampliamente su visita. En el congreso mencionado, el editor de Wired, la revista de tecnología mas importante del momento, pionera e innovadora por los temas tratados y por su revolucionario diagramación (inclusive en las propagandas particularmente diseñadas para sus ediciones) demostró como se podrá leer en el Ipad anunciado por Jobs hace unos días. Realmente es un cambio revolucionario en nuestros hábitos de lectura y definitivamente una razón de mucho peso para decidirse en adquirirlo y dejar de una vez por todas la revista tradicional por esta nueva concepción electrónica.

Les incluyo el video de tan revolucionario anuncio