Publicado por Juan Manuel Wills Entrada No. 21 Año 3
Después de un sabático que no creo que se repita (¿o sí?) con demasiada frecuencia, de nuevo aparezco en el blog. Agradezco a varios de mis lectores por sus positivos comentarios y su motivación para continuar el esfuerzo de publicar mis artículos. Espero no decepcionarlos, contar con su aceptación y especialmente con sus comentarios y sugerencias. Entremos en materia.
En reciente visita a mi hijo Juan Felipe en los Estados Unidos, coincidí con el anuncio hecho por Amazon - esa sorprendente compañía fundada por Bezos, hijo de cubanos inmigrantes, que ha cambiado tanto las costumbres del consumidor tecnológico en la última década- de ofrecer para sus clientes internacionales (incluidos nosotros, los del tercer mundo) su novedad más revolucionaria: el lector electrónico “Kindle”.
Para ser consistente con mi afición de conocer los nuevos adelantos tecnológicos tan pronto como aparecen, y obviamente-¡no lo puedo ocultar!-por esa segunda motivación que uno siempre tiene de sorprender a los amigos con argumentos que lo conviertan en el centro de la reunión, decidí comprarme uno de estos aparatos.
Debo confesarlo: ante todo, soy un lector compulsivo que no deja de leer lo que encuentra a su paso, ya sea un periódico (inclusive el que distribuyen gratuitamente lleno de avisos), la revista vieja e incompleta de la sala de espera del dentista (otra tortura mas de ese momento), una novela de Pamuk, alguno de los ensayos de William Ospina o inclusive los folletos de propaganda o los “correos-cadena”: - la crítica a Chávez, el milagro del niño del barrio, los buenos deseos para iniciar el año de nuestro vecino perfecto, la advertencia apocalíptica o el chiste flojo - que tanto invaden nuestros espacios.
Con el transcurrir de los años y particularmente por mi dependencia de los computadores tanto para mis actividades profesionales como para mi recreación, cada vez he dedicado mas tiempo a la lectura en el medio digital y reducido la presentada en papel. Por todo esto para mí fue más que natural ejecutar esta decisión de compra, sin dejar de lado el temor de enfrentarme con una potencial frustración o decepción que hubiera sido desastrosa para mis planes futuros.
El “Kindle” me sorprendió positivamente. Es un utensilio de diseño agradable y minimalista, liviano, amable para los ojos, pues al no irradiar la luz como las pantallas que nos encontramos por toda parte, estos no se cansan y después de un corto tiempo puedo pensar, por la misma razón, que estoy frente a un libro físico. Se conecta en forma permanente, y sin costo, por medio del Internet al portal para consultar los libros disponibles (que son millones), comprarlos y recibirlos en forma inmediata en su memoria interna (un decir para expresar que en menos de un minuto se tiene).
Puedo subrayar cualquier contenido del texto leído, hacer anotaciones, consultarlas a mi antojo y exportarlas a otros documentos, revisar el diccionario para algún vocablo difícil, buscar instantáneamente el nombre de un personaje o una ciudad del texto y además optar por consultar “Wikipedia” o algún otro punto de información en la red para ampliar el conocimiento de un tema particular. Y si usted, como yo, es un fanático de las revistas y la prensa, se podrá suscribir también a una gran mayoría de ellas y recibirá, electrónica y automáticamente su contenido tan pronto la edición al publico ve la luz, con lo cual será probablemente el primero de su grupo en leer ese material preparado unas pocas horas antes.
Su costo, el del “Kindle”, es muy razonable; los libros se consiguen por la mitad o menos del valor de la edición impresa (en el caso de nuestro país con los precios desorbitantes que vemos, esta relación puede ser de uno a cinco) y en aquellos casos en los que los derechos de autor han finalizado (como sucede con la mayoría de los clásicos del siglo XIX: Tolstoy, Dickens, Twain, Dostoievsky, Goethe.....) se solicitan sin ningún costo para el que lo adquiere.
Amazon no me ha contratado para promover su invento (pero espero que lean este artículo y de golpe reconozcan mi fidelidad), lo hago por convencimiento y, como el título de la nota lo sugiere, creo que llegó para quedarse entre nosotros. Habrá oposición de muchos, pero serán mayoría sus seguidores (de hecho en Navidad, esta organización vendió mas libros electrónicos que impresos). A la larga, como el invento de la imprenta en su momento, cambiará nuestros hábitos. Para bien, estoy convencido.
Falta aún mucho camino por recorrer. La mayoría de la oferta de hoy es en inglés, pero ya empiezan a llegar textos en español y otros idiomas.....le falta el color en caso de las ilustraciones, nos reducirá el espacio físico de la biblioteca (¿madera para la chimenea?), se deberá cargar la batería al menos una vez a la semana (o sea que no serviría para acompañar a las reinas de belleza que en los concursos en que participan intentando demostrar su cultura e inteligencia indican que les encantaría llevarse sus libros favoritos a una isla desierta; a menos que en dicho sitio remoto se encuentre a la mano un enchufe activo para el cargador) y si se me extravía (como sucede con frecuencia) se evaporará toda la biblioteca (aunque no es tan cierto pues en el servidor de Amazon guardan por siempre una copia de cada una de las adquisiciones con los subrayados y anotaciones que haya hecho, por lo que se podrán recuperar tan pronto adquiera su reemplazo).
Me he convertido en un seguidor (o apóstol) de esta tecnología, de hecho lo llevo a todas partes y ya ha empezado a hacerme mas amable los momentos en que me toca acompañar a Patricia al Carulla o esperarla mientras recoge las fotos en Quality Color (actividad que para los que la conocen, puede tomar bastante tiempo), o simplemente en los largos trancones que vivimos todos los días al desplazarnos por la ciudad.
¡Que viva el lector electrónico!
Dos Libros
En estas vacaciones disfruté mi “Kindle” con dos libros que recomiendo ampliamente:
1.- Gabriel García Márquez A Life por Gerald Martin
Editorial Alfred A. Knopf New York 2009
Precio en Amazon US$9.99. Edición Impresa Col$ 50.000 (aprox. US$25)
Excelente biografía que se convierte además en una historia muy detallada de los principales eventos de Colombia y Latinoamérica en el siglo XX y en el surgimiento y consolidación del denominado “boom” latinoamericano. La documentación y referencias, la personalidad del Nobel, sus amigos y admiradores, la secuencia de creación del maravilloso texto de Cien Años de Soledad y de Macondo, los sufrimientos y triunfos, la influencia que ha tenido en muchas instancias de la literatura y de la política son hábil y amenamente narrados y permiten conocer a profundidad un personaje (¿genio?), que querido u odiado y siempre polémico, ha sido tal vez el más importante de nuestro país y uno de los mas grandes del mundo contemporáneo.
2.- The Year That Changed The World
The Untold Story behind the fall of the Berlin Wall
por Michael Meyer Jefe de Redacción de Newsweek en esa época en Europa
Editorial Scribner New York 2009
Precio en Amazon US$9.99. Edición Impresa Col$ 48.000 (aprox. US$24)
Es una historia ingeniosamente contada, por un testigo de excepción, sobre todos los eventos sucedidos en Europa Oriental en 1989 e impulsados por muchos actores poco conocidos, como el primer ministro Nemeth de Hungría, que se aprovecharon del espíritu de cambio y de respeto que traía Gorbachev por la autonomía de los países, para crear en un tiempo muy corto, un ambiente de cambio irreversible que culminó con la caída del muro, la disolución de la Unión Soviética y la unión de las dos Alemanias.
Algo que ni el analista mas optimista y conocedor hubiera podido pronosticar que ocurriera en tan corto tiempo. Para el que ha visitado estas ciudades mágicas (Berlín, Budapest, Varsovia, Praga....) será vivir una nueva faceta muy interesante de dichos lugares y para el que no lo ha hecho tendrá un argumento de más para conocerlas.
Un Pensamiento
“.... el placer del lector olvidadizo reivindica las más evidente y deliciosa inutilidad de los libros de la literatura. Como haciendo el amor, el placer de esta lectura es en tiempo presente, mientras se hace el amor con el libro que se lee.”
Darío Jaramillo Autor Colombiano
miércoles, 6 de enero de 2010
El libro electrónico: ¡Quiéranlo o no es una realidad que cambiará el hábito de lectura y seguramente otros más!
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