Me faltaron los cinco centavos para el peso

Por Juan Wills Entrada No. 47 Año No. 5

Un reconocimiento y una costumbre

Cuando las cosas funcionan bien en los continuos trámites que hacemos, es justo también, reconocerlas. En mi caso el del pase, a pesar de ser una diligencia aburrida, obligatoria, que hace cambiar la agenda de compromisos, particularmente cuando personas como yo han dejado esta obligación para último momento a pesar de estar disponible dicha opción durante mucho tiempo, fue una experiencia dentro de todo este contexto, agradable, eficiente y útil.

En Colombia por enésima vez en la última década decidieron cambiar el pase (licencia de conducir) para esta vez sí, según lo justifican las autoridades, tener un control adecuado de todos los conductores del país con un registro electrónico a nivel nacional que permita llevar su  hoja de vida con los detalles relacionados de infracciones, sanciones pagadas y pendientes, transacciones realizadas con los carros de su propiedad, limitaciones asignadas en conducción de determinado tipo de transporte...en fin, eliminar con esto el caos que siempre se ha tenido en esta área.

Hace ya un par de años, como requisito previo, desarrollaron el RUNT (acrónimo y costumbre necesaria en todo sistema que se respete) para empezar a alimentar la base de datos correspondiente que finalmente se encuentra ya en su fase de utilización normal.

En el 2013 se supone que todos deberíamos haber migrado a este nuevo y moderno documento pero pocos fueron los usuarios que cumplieron ( ¿será mejor decir: que incumplimos…?)  las fechas establecidas. El gobierno decidió extender el plazo hasta finales del 2014 asignando rangos de tiempo particulares en estos meses dependiendo de la numeración de nuestro documento de identidad. Siendo uno de los que no realizó esta obligación en su momento, decidí enmendar en algo esta desidia dejándola ejecutada en enero  —todavía contaba con las energías de los propósitos de cambio que hacemos al inicio del año—. Empecé por enterarme del procedimiento correspondiente, prevenido, como siempre lo hemos estado de las complejidades de este tipo de actividades con el sector público….y me encontré con varias sorpresas muy positivas…...éste el recuento:

No tuve que salir de la casa ni acudir a intermediario alguno para digerir los requisitos y trámites a realizar. Fácilmente encontré en la red los instructivos, pagué electrónicamente el valor exigido, solicité también por este medio la cita para los chequeos médicos, escogí el sitio, día y hora que más me convenía (¿estaremos dejando el subdesarrollo tecnológico y entrando finalmente en el mundo electrónico que tanto ayuda?) ; en la fecha seleccionada me atendieron puntualmente sin necesidad de esperas inconvenientes ni multitudes solicitando prioridad en la atención, me recibieron con una sonrisa y un buen saludo, interactué con un personal amable, profesional y eficiente en los exámenes médicos y de habilidades, aprobé las pruebas —según me indicaron puedo manejar hasta camión, lo cuál no necesariamente es un indicativo de la calidad de ellas—, dejaron debidamente registrados los resultados, la huella digital y la foto en la base de datos, me entregaron en forma inmediata la autorización para la expedición del nuevo documento y me recomendaron la oficina de tránsito adecuada para culminar el proceso. Allí la experiencia fue similar, poca demora, fui asignado  a una línea prioritaria para los de la tercera edad(¿?), —eso no me gustó mucho; un golpe a la convicción que siempre hemos tenido que el que envejece es el de al lado—. Rudimentaria sí lo fue, encontré que la estación para la fotografía definitiva, la que insertarían en la licencia, era un telón de fondo azul instalado en un porta-pendones ubicado al frente del puesto de trabajo de quién me atendía y la cámara uno de esos pequeños dispositivos, de baja calidad de resolución conectado al computador que a su vez por estar al nivel del funcionario y no del objetivo a tomar debía orientarse hacia arriba con los efectos consecuentes que esto genera: una foto desproporcionada, no ajustada a las dimensiones reales de la cara, como una imagen de Modigliani. Diez minutos más tarde me entregaron la licencia debidamente procesada y así culminaba la tarea. Es en este momento cuando empieza Cristo a padecer; la foto como lo supuse mostraba una cara deforme sin ser este el principal defecto; prácticamente no se distinguía mi perfil

— es que usted tiene el pelo muy blanco y por eso no se tiene una imagen clara— me indicó la señorita

— ¿pero  así, cómo me puede identificar quién me solicite el documento?— le pregunté

— sí, tiene razón, se lo tenemos que reexpedir con una nueva fotografía, pero debemos solicitar autorización al organismo correspondiente dado que ya quedó registrado el original—

y la novela no termina….aún no he podido contar con el nuevo documento. Tengo la primera licencia y espero no tener que mostrarla…...algo tenía que fallar…….pero pareciera que nos acercamos al primer mundo, al menos en estas vueltas, sólo nos faltan cinco centavos para el peso.

Los pájaros disparándole a las escopetas

No se puede negar que al alcalde que tenemos, dedicado a defenderse de que lo destituyan por los medios legales (es respetuoso de la ley cuando le conviene perro muy crítico de ella cuando no es así) se le ocurren soluciones muy creativas a los problemas que él creó.

Ayer en una manifestación espontánea en su contra organizada por los usuarios del sistema de transporte que están cansados de sus ineficiencias y de los irrespetos e incomunicación de parte de los responsables y tratando de darles, sin éxito, las explicaciones a sus quejas propuso convocarlos a una marcha de protesta en la plaza de Bolívar ( enfrente a su despacho, que por lo visto y por el desorden de la ciudad que percibimos cada día con más angustia, sólo visita para dar discursos populistas) para exigir un mejor servicio del Transmilenio (que depende de él y de sus políticas). Gran descaro.

Sin embargo se puede percibir como una creativa opción para estar uno tranquilo con los comportamientos personales que no acepta a sí mismo. Voy a empezar a aplicarla en mi caso  cuando algo de lo que debía haber hecho de una manera diferente no lo hice por improvisación, descuido, desconocimiento o irresponsabilidad: me voy a organizar una auto-protesta y así quedo tranquilo….la solución: que llegue del cielo……

A votar este domingo

Necesitamos mostrar nuestro voto independiente y consciente, que transmita un mensaje de lo que queremos. Abstenerse de hacerlo, mantenerse indiferente y apático, renegar de los políticos pero no participar como es nuestro deber y nuestro derecho no solo no sirve para nada sino que no nos autoriza a reclamar un mejor país o un mejor comportamiento de los políticos….involucrémonos en la realidad que vivimos…..vote por quien usted considere que es la mejor opción, pero vote…..

De la situación de Venezuela también tienen culpa los países latinoamericanos, lo dice el Economist

Comparto este llamado de atención del Economist en su última edición:

“…..los gobiernos latinoamericanos tienen responsabilidades, también. La mayoría de la región ha sido poco crítica del Sr. Maduro desde cuando se iniciaron las protestas a principios de febrero; Brasil, el peso pesado de la región ha estado mudo, como le es característico. Tener una simpatía de izquierda por el chavismo es una cosa. Permitir que Venezuela se convierta en otra Cuba, sin ningún reclamo, sería una burla a los reclamos de Latinoamérica de ser un continente democrático…….. “  (traducción libre de JMW)

Les faltó, creo yo, mencionar específicamente a Colombia, que ha sido particularmente pasiva a una situación que tanto nos afecta y nos conmueve por ser nuestro vecino y nuestro socio más importante.