lunes, 27 de abril de 2009

Los amigos, una vida mas larga

Publicado por Juan Manuel Wills Entrada No. 13 Año 2

¿Cuál es la mejor arma para ayudar a combatir la enfermedad y la depresión, acelerar su recuperación, retrasar el envejecimiento y prolongar la vida?: Los amigos. De esta forma empieza un análisis sobre salud que leí recientemente y con el que estoy de acuerdo, así mi juicio no esté basado en un estudio científico ni haya requerido de una lógica concluyente. Es simplemente intuición y experiencia.

Un amigo, aquel que conocemos de siempre y no por obligación, es alguien especial que no requiere reportarse para saber que siempre se podrá encontrar para cuando lo necesitemos. "La amistad tiene un mayor impacto en nuestro bienestar sicológico que las relaciones familiares” continúa el informe, refuerza su hipótesis indicando que “unos estrechos vínculos sociales pueden ayudar a lograr una buena salud mental a medida que pasan los años” y concluye con la afirmación que “ellos (los amigos) contribuyen a que se tenga una mejor vida”.

Con el amigo podemos compartir todas las cosas sin prevención y sin necesidad de cuidarse en lo que se dice; es el compinche para las bromas, quien se ríe de tus chistes repetidos y te solicita que los vuelvas a contar, te tolera tus imprudencias y francamente te hace caer en cuenta de algún error, te acompaña al partido de fútbol o te ayuda a sobrellevar una carga, llorar una pena, te defiende de tus críticos y te impulsa a realizar un reto o prevenir un problema, respeta tus silencios, comparte tus aficiones, intermedia si se requiere y lo mejor de todo, sin otro interés que el de reforzar la relación. Con los amigos se encuentran los momentos de relajación que te permiten descansar de las presiones que ocurren en el día a día y por consiguiente generar las energías necesarias para continuar hacia delante. Después de una reunión con tus amigos las energías positivas crecen, ¡el mundo se ve mejor!

Las probabilidades de enfermarse de las personas con fuertes lazos de amistad son menores porque saben que siempre habrá alguien a quien puedan acudir y sus niveles de angustia son inferiores a los de aquellos que no tienen este privilegio” finaliza el estudio en mención.

Una meta entonces para lograr una buena calidad de vida y disfrutar mas años con buena salud, debería ser la de hacer lo imposible por conservar los amigos de siempre ( y sus familias que son tus amigos extendidos) y responderles de la misma forma que ellos lo hacen con uno.
Ideas tomadas de un artículo de Abril 21 del New York Times: “What are friends for? A Longer life” por Tara Parker-Pope


¿Una poesía, un ensayo, una narración?
Incluyo este texto del recientemente fallecido John Updike, escritor y poeta que se caracterizó por describir detalladamente y con suficientes adjetivos al norteamericano medio. Creo que por esa situación, descrita de manera graciosa e ingeniosa, hemos debido pasar muchos de nosotros. ¿O no?

Dentistería y Duda
John Updike (18 Marzo 1932- 27 de enero de 2009)
El corazón de Burton latía como avispa en tarro, mientras el dentista se movía por todo el consultorio, hacía cosas invisibles en el lavamanos, y regresaba con una hipodérmica llena. Una gota de líquido, por algún milagro de adhesión, colgaba trémula de la punta de la aguja. Burton abrió su boca mientras la espalda del dentista todavía estaba vuelta a él. Cuando al fin el hombre viró, su instrumento inclinándose, una tensión bajo su bigote indicaba sorpresa y probablemente diversión al ver las cosas tan preparadas. “Ábrala un poco más, por favor”, dijo. “Gracias”. La aguja se acercó. Estaba debajo de la nariz de Burton y fuera de foco. ”Esto puede que duela un poco”. ¡Qué amabilidad hacer esta advertencia! La intensa chuzada y el consecuente y penetrante dolor hicieron levantar los ojos a Burton, y vio las copas desnudas de los sauces, el atemorizador cielo blanco y los pájaros negros. Mientras observaba, un pájaro se unió a otro en la rama mas alta, y luego un tercer pájaro se unió a estos dos y la rama tomó la forma de una luna creciente, y los tres volaron donde sus ojos no los podían seguir.
“Allí”, el dentista suspiró, en un céfiro de dulces y esencias.
- Octubre 29, 1955 The New Yorker
Traducción libre de Juan Manuel Wills


Para finalizar y reír un poco les recomiendo ver el video de Mr. Bean al respecto de este último tema
Mr Bean va al dentista

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JMW